CUERNAVACA, MORELOS.- Personajes involucrados en cuentos, mitos y leyendas cobraron vida en los testimonios vertidos para el Foro Diario de Morelos, cuyo tema ‘Leyendas urbanas de Morelos’ reunió a cronistas de la zona centro, sur y oriente del estado para compartir sus relatos.
En ocasión del Día de Muertos, los participantes coincidieron en que la melancolía y tristeza por revivir los mejores pasajes de los seres que han partido, también surgen historias que se cuentan para asustar, sorprender o reforzar la cultura de convivir con los muertos.
Sin embargo, la dinámica social y las nuevas tecnologías desvían la atención de nuestros niños, dicen.
Isidro Rosales Vizarro, cronista del poblado de Ocotepec, contó que en esa comunidad indígena es popular el testimonio que comparten los hombres asignados para repicar la campana de la iglesia.
Dicen que cuando suben a tocar las campanas, alrededor de las 4:00 horas, son espantados por entes desconocidos. Les apagan la luz, les cierran las puertas y no saben qué es.
Emanuel Espín Pineda, cronista de Tehuixtla, al sur del estado, dijo que en virtud de que México es una nación arraigado a sus costumbres es difícil que se pierda la tradición de convivir con los muertos.
Dijo que las leyendas y los cuentos sobre apariciones y personajes que deambulan por las calles fortalece el espíritu ancestral que recorre las venas de los mexicanos. Contó entonces que en Tehuixtla es famoso la leyenda de ‘la marrana sin cabeza’, un nagual que encarnó en una marrana pero que se robaba el maíz y los animales, hasta que un día una señora le cortó la cabeza pero como no le puso agua bendita pues el nagual siguió deambulando pero en el cuerpo de la marrana.
En ocasión del Día de Muertos, los participantes coincidieron en que la melancolía y tristeza por revivir los mejores pasajes de los seres que han partido, también surgen historias que se cuentan para asustar, sorprender o reforzar la cultura de convivir con los muertos.
Sin embargo, la dinámica social y las nuevas tecnologías desvían la atención de nuestros niños, dicen.
Isidro Rosales Vizarro, cronista del poblado de Ocotepec, contó que en esa comunidad indígena es popular el testimonio que comparten los hombres asignados para repicar la campana de la iglesia.
Dicen que cuando suben a tocar las campanas, alrededor de las 4:00 horas, son espantados por entes desconocidos. Les apagan la luz, les cierran las puertas y no saben qué es.
Emanuel Espín Pineda, cronista de Tehuixtla, al sur del estado, dijo que en virtud de que México es una nación arraigado a sus costumbres es difícil que se pierda la tradición de convivir con los muertos.
Dijo que las leyendas y los cuentos sobre apariciones y personajes que deambulan por las calles fortalece el espíritu ancestral que recorre las venas de los mexicanos. Contó entonces que en Tehuixtla es famoso la leyenda de ‘la marrana sin cabeza’, un nagual que encarnó en una marrana pero que se robaba el maíz y los animales, hasta que un día una señora le cortó la cabeza pero como no le puso agua bendita pues el nagual siguió deambulando pero en el cuerpo de la marrana.
Por: JUSTINO MIRANDA / local@diariodemorelos.com
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