martes, 5 de mayo de 2015

Petra Flores Astudillo la última Tepatiani de Tehuixtla

Por: Emmanuel Espintla
Petra Flores Astudillo 23 abril 1940- 4 de Enero 2013

Este día 4 de Enero de 2013 falleció la Sra. Petra Flores Astudillo hija del primer cronista de Tehuixtla Don Ignacio Flores Obispo. Victima de diversas complicaciones de salud, problemas renales, diabetes y un paro cardíaco que terminaron con la vida de quien fuera la última guardiana de la historia oral de Tehuixtla. Sus recuerdos relacionados con su padre, sus papeles y documentos que él atesoró nutrieron las anécdotas de Doña Petrita, en ellas quedó resguardada la historia de los pasajes y episodios del Tehuixtla de antes, del que ya no vimos, nos decía.

Petra Flores Astudillo nació en Tehuixtla Morelos el 23 de abril de 1940. Fue hija del sr. Ignacio Flores, Tata Tacho, quien fue servidor público en esta misma comunidad en varias ocasiones y siempre demostró tener un gran interés por conocer su historia, sus costumbres y tradiciones.

Doña Petrita me narró muchas historias. Ella siempre me decía: “Como voy a platicar lo que no vivíEso sería una mentira y las mentiras no van conmigo”.  Celosa guardiana de la historia oral de este pueblo, me miraba con recelo, alguien le había dicho que yo andaba diciendo que su padre estaba loco. No me perdonó hasta que supo quien era mi madre y quien era yo, luego de tratarla llegamos a entablar una breve pero significativa amistad. Ella poseía el más grande tesoro que un hombre puede llegar a tener; la historia de su pueblo, la de sus antepasados. Poco a poco logré ganármela y que me trasmitiera algunos relatos enriquecidos con sus propias vivencias, pero una y otra vez me repetía que no eran suyos, le habían encomendado trasmitirlos, sí, pero se quejaba una y otra vez me decía: "Yo los heredé de oídas", "Que va uno a saber... de Chamaco uno no presta atención a esas cosas" Mi papá nos sentaban en unas piedras ahí en el patio y nos contaba la historia, a sus hijos o a quien gustase de escucharla.  

Muchos jóvenes estudiantes de la población la entrevistaron a partir de la fecha en que murió su padre. Afortunadamente gracias al profesor Gregorio Miranda Chavez que entrevistó a Don Tacho Flores con una grabadora en 1992 sabemos la historia de la feria de Tehuixtla. Desde entonces Doña Petra escuchaba esa entrevista como quien leía un libro y se la aprendió de memoria, pero siempre cuidando serle fiel a su memoria y a las palabras de su padre, pues una historia se tiene que respetar al pie de la letra. Como su padre le fue fiel a lo que averiguó con los antiguos del pueblo y en unos viejos papeles amarillos del año de 1915 y 1920 con timbres del archivo general de la nación, hoy casi desechos.  

El pueblo comenzaba donde vivía Ángela Peralta y terminaba aquí” haciendo alusión a su casa en donde comienza la colonia la Nopalera, donde nos dice existió en otrora una llave de agua que surtía a esa parte del pueblo en el año de 1946, misma que venía del manantial de los guayabitos. Se pusieron únicamente cuatro llaves para todo Tehuixtla, una estaba en el mercado, la  otra estaba donde esta Santana (en la esquina de la calle Felipe Ángeles y Rivapalacio), la otra donde esta Delfino que era el sitió de Panfilito Campos y la otra aquí nada más. 

No había más llaves…  Cuando llegó la luz eléctrica al pueblo fue porque pusieron un motor en el balneario de la fundición gracias a las gestiones de Don Filiberto Espín y desde allá trajeron un cable a un poster en el centro donde pusieron una lámpara que era la única que siempre alumbraba.  Había una Escuela de monjitas a la que iban puras hijas de ricos, estaba donde vivía Doña Trinidad. En 1952 se inauguró el puente de la Fundición, un día dos de octubre, mataron becerros e hicieron hartos chiles en vinagre y vino el gobernador López de Nava, yo iba a la escuela Ignacio Zaragoza y mi maestro fue Efraín Urbina quien se caracterizó por su mal carácter.   En la escuela había un teatro al aire libre, cuando terminé la escuela fue un 20 de noviembre, mi padrino fue Javier Espín y el vals que íbamos a bailar era el Dios nunca muere pero como se fue la luz, nos tocó la banda la canción de Alejandra.  Yo trabajaba en el Balneario con Félix Espín una señora muy bonita, la esposa de Modesto Gonzales cuando vino hacer su practicas allí Joaquín Capilla el clavadista que ganó una medalla para México. Varios artistas venían a Tehuixtla entre ellos Manuel López Ochoa mejor conocido como Chucho el Roto en el año 1969 y me dio su autógrafo.

Había tres macas (dice al referirse a los puentes colgantes llamados hamacas) para cruzar el río. La primera daba a la Rivera, la otra era de los animales y la otra para el turismo. !Que rico mole y que sabroso el rompope que vendían en las riberas del río Amacuzac!  Allí cerquita vivieron los artistas  Rosita Quintana y David Silva.  También la mudita que salía con Lolita Ayala, la que da las noticias en la tele.

Mi papá murió en el 92, agarró dos años del ochocientos así que cuando murió tenía 94 años, me dijo el doctor Ronces que se le estaba agotando la vida y al poco tiempo murió.  En 1991 todavía pretendía publicar un libro ayudado por el maestro Goyo, pero lamentablemente no contaron con los recursos económicos necesarios y se suspendió.

Cuando los estudiantes lo venían a ver les decía: "Miren jóvenes yo soy de ayer pa’ca pero lo poco que sé, eso les voy a platicar".

Y esas platicas justamente enriquecieron nuestro pasado y nuestra identidad como Tehuixtleses, lamentablemente Doña Petrita ya no estará más entre nosotros y sin embargo su voz no se apagará, le dí mi palabra de que su historia, la de su padre y los antiguos del pueblo, quedaría labrada en piedra en los muros de la plaza cívica como un homenaje a él y a todos los hombres y mujeres de Tehuixtla.

Respecto al destino de algunos de los documentos históricos de la familia Flores, les cuento que hace algunos meses por conducto de mi madre Ignacia Pineda, doña Petra Flores me citó en su hogar, ahí mismo me recibió con algunos papeles en mano diciéndome:
"Mi padre los consiguió por medio de ser Ayudante, él los guardó y me dijo, hija no eches a perder estos papeles, no hay  que tirarlos, hay que guardarlos y yo los andaba guardando y ahora se los entrego a usted para que haga un buen uso de ellos. Porque a mi, ahí guardados nada más me los están comiendo los gengenes"... y le pregunté ¿Que es un gengén Doña Petrita? y me contestó: "un animalito que come papel".

Poco después la vi más enferma, había dejado de caminar y andaba en silla de rudas pero nunca la vi decaída, siempre que platicábamos ella parecía contenta e incluso se permitía gastarme algunas bromas. 


La despidieron con música de banda y al son de Tehuixtla pueblo queridoadiós ángel mío, mi gusto es y que me entierren con la banda, familiares y amigos cercanos dieron el último adiós a doña Petrita, quien recibió una misa de cuerpo presente en el templo de San Pedro Apóstol para luego trasladar sus restos al panteón de la misma localidad, donde se colocaron ofrendas florales y la música de viento siguió tocando hasta que le echaron el último puño de tierra.

Que en paz descanse Doña Petra Flores Astudillo y que en gloria de Dios este. Es extraño pero mientras más conozco la historia de Tehuixtla menos ganas me dan de contarla, me inunda una nostalgia tremenda, quisiera empatar los recuerdos de su gente con la verdad histórica. Sólo espero que el Altísimo me conceda el tiempo de poder escribirla y publicarla antes de que me coman a mi los gengenes y terminé bajo esta tierra bendita de Dios. 

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