La Jornada Morelos
29.09.2004
Por: ELIZABETH PALACIOS
TEHUIXTLA, MOR. El próximo 9 de
octubre llegará a la zona sur del estado de Morelos una de las cantantes más
importantes de la música tradicional mexicana: Susana Harp, quien es una mujer
que ha promovido intensamente nuestras raíces culturales con su voz
privilegiada.
En el marco del bicentenario dela
Feria de Tehuixtla, misma que se celebra en honor a la Virgen del Rosario, la
cantante oaxaqueña ofrecerá un recital en la iglesia de dicha población en
punto de las 10 horas el 9 de octubre.
Susana Harp es hija de una oaxaqueña y un libanés. Habla castellano y zapoteco y canta en cinco lenguas. Mi tierra es su cuarta producción discográfica y al interpretar sus temas busca que la gente perciba ese olor a tierra y comparta la nostalgia de las raíces oaxaqueñas.
La cantante llegó a la ciudad de México a los 22 años. Le fue difícil confrontar una ciudad tan grande, fría e impersonal. Pasaron dos años y un día, cuando caminaba por la avenida de los Insurgentes y se dio cuenta que en realidad no sabía si iba o venía. Decidió estudiar canto y durante seis años intentó hacer cosas relacionadas con la música, pero no pasó nada. Aún no tenía claro qué tipo de música interpretaría.
Comenzó como cantante con el grupo Banco de ruido, pero nunca pretendió entrar al ámbito comercial de la música o a una compañía discográfica. La ciudad le resultaba difícil, tenía que pagar renta y sobrevivir. Como es sicóloga estuvo “tripleteando” entre un consultorio, una fundación social con comunidades indígenas y cantando cuando se podía.
Enla Fundación
social Banamex conocieron su gran interés por la música. Llevó a los directores
de la fundación a que escucharan cantar a gente como Lila Downs. Lo que logró
fue que el primer disco de Downs y el de ella misma fueran patrocinados por
Alfredo Harp Helú, a través de la fundación Filantropía, educación y cultura.
Tuvo la tarea de producir ambos discos. A partir de ese momento, Downs y Harp
fueron encontrando su camino. Conocieron a gente interesada en ese tipo de
música y se dieron cuenta que sí se podía vender.
Susana descubrió que le gustaría abordar musicalmente lo que es México e interpretar desde un arrullo prehispánico, hasta lo que vivimos hoy a ritmo de jazz o blues. Sus anteriores producciones discográficas fueron Xquenda, Béele Crú y Arriba el cielo. Ahora con Mi tierra pretende mostrar “nuestras” raíces, canciones poco conocidas como Cancioncita de tata Nacho. Piezas que contextualiza dentro de la región del istmo.
Su investigación sobre el tema La zandunga muestra que la pieza llegó de España en 1850, la interpretaba una copladillera y por primera vez se cantó en el teatro Principal. Tiene siete zapateados y más de 500 versos.
Cada uno de sus temas está avalado por un trabajo de investigación: Documentos de recopilación. Para hacerlo consultó a historiadores, musicólogos y especialistas de la talla de Macario Matus o Andrés Henestrosa.
Apoyar la educación en la zona sur, el objetivo
El concierto se llevará a cabo con la intención de reunir fondos para beneficiar a la fundación Don Bosco AC, concretamente al núcleo que trabaja en la zona sur donde hasta ahora existen dos proyectos educativos, uno en Miacatlán y el segundo en Tequesquitengo.
La fundación Don Bosco fue creada para ayudar a jóvenes de escasos recursos. Tiene sus orígenes en la comunidad de San Antón, en Cuernavaca. Dicha asociación fue creada el 23 de octubre de 1997 para atender la problemática juvenil de esa población.
Actualmente cuenta con tres sedes, una en la ciudad de Cuernavaca, la segunda en Cuautla y la tercera en Miacatlán, aunque desde hace cuatro meses una sede más trabaja en Tequesquitengo.
La misión de la organización no gubernamental es la de generar procesos de transformación social con y desde los jóvenes. Su objetivo social es la atención de personas que por sus carencias socioeconómicas se ven impedidas para satisfacer sus requerimientos básicos de subsistencia y desarrollo.
En la zona sur del estado de Morelos se cuenta con La casa del estudiante, ubicada en Miacatlán, donde en la actualidad residen 40 jóvenes provenientes de comunidades marginadas tanto de nuestra entidad como del vecino Estado de México. Ellos son llevados a estudiar a la capital del estado y al regresar, a la sede de Miacatlán, participan en diversos proyectos productivos como cría de conejos, ovejas, vacas y otros animales de granja. Asimismo, en esta casa también se ofrecen pláticas y talleres de formación integral para jóvenes.
Recientemente la fundación Don Bosco recibió como donación las instalaciones del antiguo Hotel Tequesuite, ubicado en Tequesquitengo. Por el momento las instalaciones son ofrecidas a diversos grupos como casa de retiros. Asimismo, han iniciado ya con el programa de talleres de formación integral para jóvenes y el verano pasado se ofrecieron diversos cursos de verano también para los niños del pueblo.
En la segunda etapa de la fundación Don Bosco en la zona sur de Morelos se tiene planeado abrir las puertas del centro educativo comunitario integral Don Bosco, que estará incorporado ala Secretaría de Educación Pública y ofrecerá
secundaria y preparatoria para jóvenes de escasos recursos, con lo que se
aprovecharán al máximo las instalaciones donadas en Tequesquitengo.
El concierto que se ha preparado con el apoyo de la cantante Harp es una de las muchas actividades que se deben organizar para dar a conocer dichos proyectos sociales y para generar recursos que permitan a los jóvenes voluntarios convertirlos en realidades palpables.
Por el momento, las instalaciones del que fuera uno de los mejores hoteles de Tequesquitengo funcionan como casa de retiros. La fundación se adapta a las necesidades específicas de cualquier grupo y ofrece flexibilidad para crear el ambiente perfecto tanto en las áreas de trabajo como en las de recreo.
El lugar tiene capacidad para albergar a 100 personas en 23 habitaciones. Cuenta además con salón de usos múltiples, comedor, alberca, chapoteadero, canchas deportivas, áreas verdes, fuente de sodas, estacionamiento y en un futuro cercano tendrá su propia capilla, aunque las instalaciones no se limitan a recibir a grupos religiosos sino que pueden ser utilizadas para talleres, reuniones o actos especiales a precios muy accesibles para generar ingresos que contribuyen a una buena causa.
En el marco del bicentenario de
Susana Harp es hija de una oaxaqueña y un libanés. Habla castellano y zapoteco y canta en cinco lenguas. Mi tierra es su cuarta producción discográfica y al interpretar sus temas busca que la gente perciba ese olor a tierra y comparta la nostalgia de las raíces oaxaqueñas.
La cantante llegó a la ciudad de México a los 22 años. Le fue difícil confrontar una ciudad tan grande, fría e impersonal. Pasaron dos años y un día, cuando caminaba por la avenida de los Insurgentes y se dio cuenta que en realidad no sabía si iba o venía. Decidió estudiar canto y durante seis años intentó hacer cosas relacionadas con la música, pero no pasó nada. Aún no tenía claro qué tipo de música interpretaría.
Comenzó como cantante con el grupo Banco de ruido, pero nunca pretendió entrar al ámbito comercial de la música o a una compañía discográfica. La ciudad le resultaba difícil, tenía que pagar renta y sobrevivir. Como es sicóloga estuvo “tripleteando” entre un consultorio, una fundación social con comunidades indígenas y cantando cuando se podía.
En
Susana descubrió que le gustaría abordar musicalmente lo que es México e interpretar desde un arrullo prehispánico, hasta lo que vivimos hoy a ritmo de jazz o blues. Sus anteriores producciones discográficas fueron Xquenda, Béele Crú y Arriba el cielo. Ahora con Mi tierra pretende mostrar “nuestras” raíces, canciones poco conocidas como Cancioncita de tata Nacho. Piezas que contextualiza dentro de la región del istmo.
Su investigación sobre el tema La zandunga muestra que la pieza llegó de España en 1850, la interpretaba una copladillera y por primera vez se cantó en el teatro Principal. Tiene siete zapateados y más de 500 versos.
Cada uno de sus temas está avalado por un trabajo de investigación: Documentos de recopilación. Para hacerlo consultó a historiadores, musicólogos y especialistas de la talla de Macario Matus o Andrés Henestrosa.
Apoyar la educación en la zona sur, el objetivo
El concierto se llevará a cabo con la intención de reunir fondos para beneficiar a la fundación Don Bosco AC, concretamente al núcleo que trabaja en la zona sur donde hasta ahora existen dos proyectos educativos, uno en Miacatlán y el segundo en Tequesquitengo.
La fundación Don Bosco fue creada para ayudar a jóvenes de escasos recursos. Tiene sus orígenes en la comunidad de San Antón, en Cuernavaca. Dicha asociación fue creada el 23 de octubre de 1997 para atender la problemática juvenil de esa población.
Actualmente cuenta con tres sedes, una en la ciudad de Cuernavaca, la segunda en Cuautla y la tercera en Miacatlán, aunque desde hace cuatro meses una sede más trabaja en Tequesquitengo.
La misión de la organización no gubernamental es la de generar procesos de transformación social con y desde los jóvenes. Su objetivo social es la atención de personas que por sus carencias socioeconómicas se ven impedidas para satisfacer sus requerimientos básicos de subsistencia y desarrollo.
En la zona sur del estado de Morelos se cuenta con La casa del estudiante, ubicada en Miacatlán, donde en la actualidad residen 40 jóvenes provenientes de comunidades marginadas tanto de nuestra entidad como del vecino Estado de México. Ellos son llevados a estudiar a la capital del estado y al regresar, a la sede de Miacatlán, participan en diversos proyectos productivos como cría de conejos, ovejas, vacas y otros animales de granja. Asimismo, en esta casa también se ofrecen pláticas y talleres de formación integral para jóvenes.
Recientemente la fundación Don Bosco recibió como donación las instalaciones del antiguo Hotel Tequesuite, ubicado en Tequesquitengo. Por el momento las instalaciones son ofrecidas a diversos grupos como casa de retiros. Asimismo, han iniciado ya con el programa de talleres de formación integral para jóvenes y el verano pasado se ofrecieron diversos cursos de verano también para los niños del pueblo.
En la segunda etapa de la fundación Don Bosco en la zona sur de Morelos se tiene planeado abrir las puertas del centro educativo comunitario integral Don Bosco, que estará incorporado a
El concierto que se ha preparado con el apoyo de la cantante Harp es una de las muchas actividades que se deben organizar para dar a conocer dichos proyectos sociales y para generar recursos que permitan a los jóvenes voluntarios convertirlos en realidades palpables.
Por el momento, las instalaciones del que fuera uno de los mejores hoteles de Tequesquitengo funcionan como casa de retiros. La fundación se adapta a las necesidades específicas de cualquier grupo y ofrece flexibilidad para crear el ambiente perfecto tanto en las áreas de trabajo como en las de recreo.
El lugar tiene capacidad para albergar a 100 personas en 23 habitaciones. Cuenta además con salón de usos múltiples, comedor, alberca, chapoteadero, canchas deportivas, áreas verdes, fuente de sodas, estacionamiento y en un futuro cercano tendrá su propia capilla, aunque las instalaciones no se limitan a recibir a grupos religiosos sino que pueden ser utilizadas para talleres, reuniones o actos especiales a precios muy accesibles para generar ingresos que contribuyen a una buena causa.
información tomada de:www.jornadamorelos.com
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